El 28 de junio se conmemora el “Día del Orgullo Gay”, si bien, siempre he preferido el término “homosexual”, ya que es mucho más integrador, incluyendo tanto a hombres como a mujeres que tienen la condición sexual -que no “opción”, insisto- de amar a otra persona de su mismo sexo; y todo ello sin obviar a las personas transexuales, de las que con frecuencia solemos olvidarnos pese a su dramática situación, en la mayoría de los casos.
Madrid fue designada hace algún tiempo como sede de la “Euro Pride 2007”, como fruto de la aprobación en España de la Ley de Matrimonios Homosexuales, en julio de 2005. Una normativa ciertamente vanguardista y prototipo para otros países, especialmente, de la Unión Europea, que están estudiando la posibilidad de aprobar leyes similares ante la presión de los colectivos afectados que reclaman, simplemente, su igualdad respecto del resto de matrimonios o uniones civiles de carácter heterosexual. En definitiva, su derecho a ser considerad@s PERSONAS.
Si bien la capital de España está aglutinando durante todos estos días la celebración de la gran parte de los actos más relevantes relacionados con el “Orgullo Gay” (está previsto que más de dos millones de personas participen en Madrid de estas celebraciones), quiero utilizar esta plataforma –mi propio blog- para informar de que en otras muchas ciudades fuera y dentro de España, como Sevilla (en la que vivo), se están llevando a cabo también diferentes eventos de carácter cultural, educativo, informativo, reivindicativo…, y por supuesto, festivo.
Lo que me indigna a este respecto, es que los medios de comunicación únicamente ofrezcan a la opinión pública la imagen más lúdica y “frívola” (si se me permite esta expresión) de este “colectivo”. Tan sólo muestran imágenes de cabalgatas con cuerpos esculturales semi desnudos, drag queens, hombres y mujeres en actitud provocadora que se besan y lamen sus cuerpos sudorosos y musculados..., haciendo caso omiso de una realidad que “afecta” a millones de personas en todo el mundo, ya sean alt@s, baj@s, discapacitad@s, pobres, ric@s, perseguid@s por la justicia por su condición sexual… Obviando el hecho de que el “Orgullo Gay” es mucho más que un desfile lleno de euforia y diversión. ¿Dónde se habla de las charlas, coloquios, información sobre educación en el respeto y la igualdad…, de los 70 países del mundo –aproximadamente- en los que la homosexualidad es castigada con la pena de muerte, cárcel u otras sanciones de carácter delictivo o penal? Y aunque esta información “no venda ni tenga morbo” en los medios de comunicación, lo cierto es que desde el colectivo de gays, lesbianas y transexuales se trabaja durante los 365 días al año, sobretodo durante estas fechas.
Consciente o inconscientemente, a la opinión pública se le está ofreciendo una imagen muy sesgada de la homosexualidad, con mensajes manifiestos –que no subliminales- de personas que sólo se preocupan del culto al cuerpo y la promiscuidad (con todos mis respetos para quien opte por esta forma de vida…)
Por supuesto que si actualmente me dieran a elegir entre ser o no homosexual, me quedaría con esta última opción, porque estoy orgulloso de la vida que llevo y de mi forma de ser. No renunciaría a la PERSONA que soy.
Por supuesto que defiendo la celebración del “Orgullo Gay”, así como el “Día de la Mujer” o “del Discapacitado”, por poner otros ejemplos de eventos reivindicativos de respeto e igualdad. Sólo que, por una parte, critico la forma en la que los medios de comunicación nos “encasillan” o “etiquetan” sin ver más allá del cristal, imperando criterios basados en la parcialidad que llenan los bolsillos de quienes los dirigen. Y por otra, me cuestiono si algunas veces no somos nosotr@s mism@s quienes tiramos piedras sobre nuestro propio tejado…
(JC)
Madrid fue designada hace algún tiempo como sede de la “Euro Pride 2007”, como fruto de la aprobación en España de la Ley de Matrimonios Homosexuales, en julio de 2005. Una normativa ciertamente vanguardista y prototipo para otros países, especialmente, de la Unión Europea, que están estudiando la posibilidad de aprobar leyes similares ante la presión de los colectivos afectados que reclaman, simplemente, su igualdad respecto del resto de matrimonios o uniones civiles de carácter heterosexual. En definitiva, su derecho a ser considerad@s PERSONAS.
Si bien la capital de España está aglutinando durante todos estos días la celebración de la gran parte de los actos más relevantes relacionados con el “Orgullo Gay” (está previsto que más de dos millones de personas participen en Madrid de estas celebraciones), quiero utilizar esta plataforma –mi propio blog- para informar de que en otras muchas ciudades fuera y dentro de España, como Sevilla (en la que vivo), se están llevando a cabo también diferentes eventos de carácter cultural, educativo, informativo, reivindicativo…, y por supuesto, festivo.
Lo que me indigna a este respecto, es que los medios de comunicación únicamente ofrezcan a la opinión pública la imagen más lúdica y “frívola” (si se me permite esta expresión) de este “colectivo”. Tan sólo muestran imágenes de cabalgatas con cuerpos esculturales semi desnudos, drag queens, hombres y mujeres en actitud provocadora que se besan y lamen sus cuerpos sudorosos y musculados..., haciendo caso omiso de una realidad que “afecta” a millones de personas en todo el mundo, ya sean alt@s, baj@s, discapacitad@s, pobres, ric@s, perseguid@s por la justicia por su condición sexual… Obviando el hecho de que el “Orgullo Gay” es mucho más que un desfile lleno de euforia y diversión. ¿Dónde se habla de las charlas, coloquios, información sobre educación en el respeto y la igualdad…, de los 70 países del mundo –aproximadamente- en los que la homosexualidad es castigada con la pena de muerte, cárcel u otras sanciones de carácter delictivo o penal? Y aunque esta información “no venda ni tenga morbo” en los medios de comunicación, lo cierto es que desde el colectivo de gays, lesbianas y transexuales se trabaja durante los 365 días al año, sobretodo durante estas fechas.
Consciente o inconscientemente, a la opinión pública se le está ofreciendo una imagen muy sesgada de la homosexualidad, con mensajes manifiestos –que no subliminales- de personas que sólo se preocupan del culto al cuerpo y la promiscuidad (con todos mis respetos para quien opte por esta forma de vida…)
Por supuesto que si actualmente me dieran a elegir entre ser o no homosexual, me quedaría con esta última opción, porque estoy orgulloso de la vida que llevo y de mi forma de ser. No renunciaría a la PERSONA que soy.
Por supuesto que defiendo la celebración del “Orgullo Gay”, así como el “Día de la Mujer” o “del Discapacitado”, por poner otros ejemplos de eventos reivindicativos de respeto e igualdad. Sólo que, por una parte, critico la forma en la que los medios de comunicación nos “encasillan” o “etiquetan” sin ver más allá del cristal, imperando criterios basados en la parcialidad que llenan los bolsillos de quienes los dirigen. Y por otra, me cuestiono si algunas veces no somos nosotr@s mism@s quienes tiramos piedras sobre nuestro propio tejado…
(JC)